Me cobijo por elección bajo este manto sin nombre... Hay cosas que sólo pueden ser libres en la oscuridad, aunque no sea total, aunque se cuelen siluetas.
Necesito seguir siendo y explotando y conociendo estas esquinas y rincones.
Esto que soy sin miedo, pero que no puedo gritar.
Inicio una nueva noche en que no me escondo pero oculto. En que puedo andar de puntillas o a brincos sin despertar a nadie...
Para poder ser éter... respirar tras oidos que no sienten mi aliento... susurrar nombres de cualquier tiempo sin miedo a despertar fantasmas.
Vengo aquí para seguir siendo y dormir sin pendientes... sin cosas por decir... sin prohibidos, sin secretos.
Este es el desván de lo recóndito, de lo que a la luz pierde su forma...
De ser incógnito consciente... incognoscis.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario