martes, 8 de septiembre de 2009

Flashback

Una voz conocida en el radio... me dio un vuelco.
¿Es o no es?... Es graciosa la duda que se cuela entre tonos y notas... la certeza que aparece en la boca del estómago.
Carretera iluminada solo con luces de vehículos. Muchos.
Ciudad agridulce, la más que existe.
Bodegón acondicionado como bar-billar. El evento listo.
Las palabras juegan entre sí, se persiguen y divierten contando una historia.
Un cuento que me grita, que casi me conoce. Que me habla de mi... quizas.
Entre tanto... talvez sea mi tiempo el que menciona.
La silueta reconocida se acerca. Sonrisas hermanas que nacen a un tiempo.
Tacto frágil y latente. Bienvenida expectante.
El alcohol como siempre bienvenido, especialmente para una conversación desconocida.
Casi temida.
Juegos del destino que sacuden mi cabeza. Tiempo que tuve y no tuve.
Soy yo, es el. No hay duda ya del origen, ni de la imagen que acompaña el sonido.
Esa voz. Gran voz que he seguido y mirado hacer piruetas en el aire.
Viento que sigue corriendo entre personas... acercándolas, alejándolas.
Frases tatuadas en la mente. Roces, miradas.
Antesala al espectáculo, nervios, ánimos.
Las luces se apagan y comienza la función.
Quiero dedicar esta canción a una niña...
Incredulidad...
Hormigueo...
Miradas...
Notas...
Tu Sabes...
...mientras pase el tiempo
buscando el momento...
Te buscaré en la intención.
La voz que de pronto fue mía... un rato para beberla a placer. Noches de laguna, de veleta.
Ruidos en casas casi vacías. Cuartos de hotel ajenos y habitados.
Trágicos accidentes anunciados tras el despertar.
Perfil de ciudad agridulce. De esencia que fui y sigo siendo.
Tormenta, Tornado, Zandunguera, Bucanero.
Bailo con mis aventuras, con mi pasado...
Temo anhelar.

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